9 ago 2012

Patas arriba



Lamentarán el error del año pasado. Pudieron elegirme a mí, pero prefirieron matar a uno de mis hermanos, seguramente por razones de peso.
Ya no habrá más matanzas, no más crímenes, se acabó el sometimiento y la resignación. Todos estamos expuestos a la misma tragedia, somos diferentes pero iguales ante la misma amenaza. Ése es el discurso que me ha servido para hacer de todos una unidad.
Confían plenamente en mí, estamos organizados, tenemos un buen plan y sólo falta que decida cuándo ejecutarlo.
Este cerdo y sus compañeros de granja, están cansados de ser sólo carne. Pronto haremos historia.

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