20 ago 2012

Crónica de un macroeconomista



Sobre el botón había un cartel dónde se podía leer "No pulsar" y claro, pulsé. Entonces, los mercados enloquecieron, las bolsas se desplomaron, el sistema de bienestar se esfumó, los sistemas financieros se descompusieron, y unos hombres de traje negro me señalaron como culpable. Todos querían mi cabeza. Logré escapar, me borré del mapa durante un largo tiempo, y cuando todo se hubo calmado, regresé. Y ahí estaba el botón esperándome de nuevo.

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